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Probamos el Turbo
y el Híbrido 2011
en una sola partida

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA de WQBA 1140 AM Univisión Radio. Miembro fundador de SAMA. Todas las fotografías del autor.

Posted Oct./2010 • Reviewed live! on air on Automania/UNIVISION RADIO
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Fue en La Jolla, California, donde tuvimos la posibilidad de manejar por primera vez dos de las más ansiadas versiones del Sonata: la Turbo y la Híbrida. En nuestra opinión, el Sonata ha de ser el Carro del Año.
 
SONATA (¡De nuevo!): Según el Diccionario Oxford de la Música, la palabra sonata es, en italiano, el pasado participio del verbo sonare —sonar en español— y define una forma musical instrumental que, por antonomasia, se antepone a otra pieza pero cantada, que es la cantata… En el llano lenguaje del mundo del mercado automotriz, nos atreveríamos a decir a propio riesgo pero sin temor a fallar, que Sonata tiene un significado menos complicado y elitista, pero muy recompensador: “auto maravilloso”.


Fue una oportuna coincidencia que estuviese conduciendo el Sonata regular la misma semana del evento de lanzamiento de las versiones turbo e híbrida del sedan emblemático de Hyundai. Así, con la memoria caliente del cuerpo, pude comparar con sólo horas de diferencia cómo se sentía uno y, sobre todo y específicamente uno de los otros dos. Volamos en una suerte de redundante viaje de lo verde a lo verde —o de lo azul a lo azul, o del sol al sol, o de las palmeras a las palmeras —desde Miami, Florida, a La Jolla, California, en un área ubicada a alrededor de media hora hacia el Norte de San Diego, donde aterrizamos a principios de octubre para ponerle las manos encima a este par de promesas del fabricante sudcoreano, ya materializadas.

Este es el Hyundai Sonata 2.0T (Turbo)...

El parte del tiempo me hizo recordar la canción de Albert Hammond Never rains in Southern California: pronosticaba mucha lluvia.

No volé como dice la melodía en un 747 sino en un 757, y aunque no vi lluvia durante las más o menos 48 horas allí, mis colegas de la primera oleada del evento, el día antes, sí experimentaron agua de las alturas. Sin duda, la lluvia siempre es considerada un elemento aguafiestas para los organizadores de los eventos de lanzamiento de carros, pero por otro lado agrega un sabor importante a la prueba de manejo.

El evento duró dos días en la zona citada.

...y este es el Híbrido. Nótese la extraordinaria diferencia en el frente del vehículo.

Al día siguiente de nuestra llegada al evento nacional de lanzamiento, condujimos en la mañana el Sonata Turbo y, después del mediodía, el Híbrido. La estancia fue en The Lodge en Torre Pines, un área en un alto de la región desde donde se observa aunque en lontananza, una portentosa vista del Pacífico, rodeada de la belleza única californiana.

La belleza del lugar es turbada sólo por el relativamente frecuente embate a los oídos de aeronaves militares de las importantes bases norteamericanas del área de San Diego que cruzaban sobre el hotel camino a sus prácticas sobre el Pacífico, pero que para este servidor, fanático de la aviación, resultaba interesante en vez de mortificante, sobre todo por la presencia de helicópteros que no se ven en Miami.
...rrrrrr..... mmmmm.... brrrrrrr..... traca-traca-traca-traca....
El sitio es hoy famoso por sus campos de golf, pero en los años 50 era punto de peregrinación de los amantes de la velocidad y del automovilismo que acudían allí desde todas partes del país para conducir en las rutas prolijas en curvas y rectas de alta velocidad, ideales para probar carros, lo que devino luego circuito.
En ese escenario fue que probamos los dos nuevos Sonatas. Naturalmente, el diamante de partida y regreso fue el hotel.
El primer recorrido fue de unas 55 millas en la mañana hasta la graciosa fábrica casera de helado y de productos de manzana Julian Pie Company, justamente en el poblado homónimo.
Esta primera prueba terminaría en Temecula Creek —donde almorzaríamos—, a otro medio centenar de millas más. Justo aquí abandonaríamos el Sonata Turbo para saltar sobre el híbrido en una jornada de vuelta al hotel de cerca de 60 millas.
El recorrido ensartó puntos importantes de la comarca o sus cercanías, como Rancho Santa Fe, El Cajón, Ramona, y Escondido, y pasó frente a la entrada del famoso telescopio de Monte Palomar... así como por delante de fincas de avestruces.
Pero antes de abordar los vehículos en detalle, hagamos algunas oportunas consideraciones sobre Hyundai, y en particular sobre el Sonata.

Cómo le va a Hyundai... y al Sonata
Ya no hay dudas de que no sólo Hyundai, sino el Sonata en particular, viste pantalones largos o —si usted es una lectora—, calza tacones altos. La competencia entre marcas es feroz en cada segmento, pero indiscutiblemente la batalla es hoy a cuchillo en la boca sobre todo en dos nichos: el de los autos pequeños y económicos, y el de los sedanes midsize, que se acaba de volver cruenta, porque hablando metafóricamente, nada más hasta ayer por la tarde estábamos a costumbrados a que estaban ahí tirándose de los cabellos sólo el Accord y el Camry. Pero este año han saltado al ruedo, definitivamente, dos nuevos gladiadores: el Buick Regal y el Hyundai Sonata. Pero el Sonata, como el toro que resopla y amenaza pateando la arena, lo hace en grande retando sobre todo a los productos históricos de Honda y Toyota, con un diseño exterior más bello, con una interior ídem, con mejor precio, con mejor eficiencia de combustible, con muchos más elementos estándar y, para colmo, ahora con una intersante tripleta de trenes motrices. Y es esta receta la que, a nuestro parecer, lo "sentencia" como el Auto del Año.

Hyundai ha crecido en ventas en el Estados Unidos sostenidamente desde 1998… sólo que en el 2008 el pico de incremento se hizo dramáticamente agudo. Tres modelos claves de la compañía se hacen aquí —entre ellos el Santa Fe—, con una capacidad de producción de 400 mil unidades anuales. La planta HMMA de Montgomery, en Alabama, es la estrella de la operación.

Entre mayo y agosto del 2010, el Sonata fue el best seller entre los 10 modelos de vehículos más vendidos en el país, lista que contempla todos los tipos de vehículos. Esto, a pesar de ser entre los 6 sedanes más vendidos en la nación el que ofrece los incentivos menos tentadores. Se trata de un detalle significativo para su operación de mercado: Hyundai no necesita de anzuelos con carnadas tentadoras para atraer prospectos, y dejamos fuera del canto de sirena su irrebatible garantía de 10 años o 100 mil millas.

Por otro lado, el valor de reventa ha ido aumentando paulatinamente para un 55%, rebasado sólo por el Nissan Altima y el histórico Honda Accord, con 56 y 59 porcientos respectivamente.

¿Por qué la gente compra un Sonata? Según una indagación de Hyundai, por dos factores clave: eficiencia —en lo que en conjunto la firma marcha a la vanguardia— y por el styling o diseño exterior. Y en este último punto podríamos decir que el Sonata también va delante.

El compromiso de la compañía con la eficiencia
En cuanto a eficiencia, la EPA proyectó que el liderazgo de Hyundai en ese jalón sería de 30.1mpg, mientras que el propio fabricante lo estimó en 31.8.

Hyundai pretende seguir su escalada de motores de bajo apetito para aparearse a las exigencias de C.A.F.E. de 50mpg en el 2015. Hyundai no pone de lado las alternativas de eficiencia —de ahí que ha estrenado su híbrido y sus laboratorios ensayan otras direcciones—, pero no desconoce que el motor de combustión interna seguirá siendo la planta dominante en cuanto a fuente motriz para los automóviles. Analistas indican que todavía para el 2020, cuatro de cada tres automóviles se moverán con el esfuerzo de un motor de combustión interna. Y el flamante turbo de Hyundai destaca su compromiso con ese sentido.

El motor Turbo
En detalle el nuevo motor turbo de Hyundai es un 4 cilindros de 2.0 litros de desplazamiento, con arquitectura de doble árbol de levas en culata. El cubicaje exacto es de 1,998 cc. Esta planta quema gasolina regular sin plomo que genera 274hp y 269 libras por pie de torsión y manifiesta una eficiencia de 22mpg en la ciudad y 33 en la carretera desde su condición de ULEV2. No queremos atormentar al lector con demasiadas minucias técnicas, pero podemos asegurarle llanamente que este motor cuenta con componentes de nueva construcción en lo que respecta a su inyección turbo, lo que lo hace además de revolucionario, más capaz.

El turbocargador, definido por el fabricante como twin-scroll, consiste en una sola pieza basada en una aleación de acero inoxidable, un todo que halla aquí su primera aplicación en la industria y que redunda en una más rápida respuesta y torsión. El dispositivo es optimizado gracias a un inter-enfriador patentado que igualmente ve por primera vez la industria.

Este motor estaba en exhibición en la sala de conferencias y sin duda se observa que ostenta un estructura de alto grado ingeniería.

Este motor, comparado con los mejores V-6 de la competencia los supera en 10% de eficiencia y 4 más en torsión. El que más se le aproxima es el 3.5 litros del Camry, que genera 268hp y reporta 20mpg en la ciudad y 29 en la carretera. Hyundai está reduciendo la talla de sus motores, y al tiempo que éstos son más eficientes, incrementan su performance.

Y ahora, los nuevos Sonatas…
El Sonata 2011 se desdobla en tres trenes motrices, todos basados en plantas tetracilindros: el 2.4 litros de inyección directa (GDI); el 2.0 turbo, también GDI —descrito ya arriba—, y el híbrido, que es el primer auto de la especie que el fabricante presenta al mercado norteamericano. Comencemos pues por el Sonata 2.0T Turbo:

El cuerpo del Sonata Turbo disfruta de la misma carrocería del normal, con el llamado Fluidic Sculpture Styling. Visualmente no difiere por fuera de aquél. La foto encima, con Pepe Forte, el editor del Canal de Autos de iFriedEgg,com, junto al Sonata 2.4, fotografiado en el evento regional de lanzamiento del vehículo en junio de este año en New Orleans, así lo demuestra. Excepto para el ojo avizor que notará los aros de 18 pulgadas, y detrás los caños de escape duales y las letras a relieve 2.0T —foto inmediatamente debajo— el paisaje es el mismo.

Por lo demás, como diría Led Zeppelin, the song remains the same… Pero diríamos que el punto más alto del coche está en el interior. El interior del Sonata Turbo —y también del Híbrido—es uno de los más cuidados y elegantes entre los sedanes medianos en venta en este momento. En el caso del Turbo, este servidor confundió a primera vista el del modelo base con el de lujo de tan bello y bien acabado que está. Mire si no:
El Sonata Turbo viene en dos cortes, el Limited, y el SE. El Limited tiene exactamente los mismos componentes del Sonata ídem de 2.4 litros, pero añade aros de aleación de 18 pulgadas, escape doble, y paddles o paletas montadas en el volante. Esto es estándar, pero los mimos pueden acentuarse cuando opcionalmente se añade el sistema de navegación con pantalla táctil de alta resolución, cámara para la reversa y parlantes Infinity.

El 2.0T es, sin duda la alternativa sporty del Sonata. La sensación de empuje se siente en cuanto uno oprime el acelerador —recuerde que pude apreciar la diferencia porque el último coche que manejé antes de volar al evento fue el Sonata 2.4 litros con inyección tradicional—. Sí, éste es un turbo. Por bastantes decepciones de este corte de motor he pasado ya en los últimos 10 años —caramba, lo mismo que la televisión digital— que cuando uno acelera el carro, como pasaba en el PTCruiser 2.4 Turbo, uno se preguntaba ¿turbo de qué?, para terminar parafraseando a Orwell en aquello de algunos turbos son mas turbos que otros. De modo que me escuché a mí mismo exclamar satisfecho ¡oh, sí!, cuando aceleré al 2.0T en mi turno de manejo, mientras que el colega y amigo Ricardo Long, que sabía de antemano que había dejado el Sonata “regular” en el aeropuerto de Miami, esperaba atento mi calificación.

Mi amigo y colega Ricardo Long, que vive en la costa Oeste, editor de la página de automóviles autoafondo.com, y piloto de carreras, tento a los detalles del interior del Sonata Turbo.

El SE, al igual que el Limited, arranca con los mismos ofrecimientos de su designación en el modelo de estreno con motor de 2.4 litros, pero agrega estándar bi-climatizador. En realidad —además del motor turbo, claro está— esto es lo único que separa a un SE y a otro, pero las amenidades extra incluyen claraboya en el techo, el mismo sistema GPS mencionado en el párrafo precedente y un sistema de audio mejorado.

El vehículo ofrece 9 colores con nombres tan sugerentes como —entre otros—, Rojo Veneciano, Negro Fantasma y Camello Perlado, mientras que por dentro viene en Gris, en Camello —estos dos interiores son los que disfrutamos en la prueba— Negro, y Vino, bellísimo éste, pero sólo disponible en el Limited.

La sensación de paquete deportivo del Sonata 2.0T viene de un interesante conjunto de elementos: la suspensión MacPherson trasera multivinculada y la dirección eléctricamente asistida con rigidez inducida. Tanto a Long como a este servidor, acompañados por turnos por Michael Dietz y Ariel García Linares, ambos de Hyundai, que viajaron en el asiento trasero, nos pareció que el auto responde bien a acelerones para cambios de carrilera o rebasar un vehículo en una de las carreteras de segundo orden de una sola senda, cosa que tuvimos posibilidad de hacer.

Luego en la cena de despedida esa noche, algunos de mis colegas dijeron que aunque felices con la transmisión “normal”, habrían preferido una tipo CVT, pero a mí no me molestó la automática de 6 que llevan los dos Sonatas —anyways, todavía no me complacen tooooooodas las transmisiones CVT's, sino sólo algunas del mercado—. Y aunque aplaudo que es el único coche de su segmento que incluye paletas en el volante, y éstas, a menos que sean la de autos de auténtico corte deportivo, razón por la cual no soy entusiasta de ellas en este tipo de coche y hasta me parecen suntuarias aquí, por lo menos logaron divertirme en algunos momentos que la usé en las autopistas internas del test de conducción.

Los precios del 2.0T arrancan en $24 mil y tantos, y terminan en unos $29 mil que nunca llegan a los 30.

Antes de cerrar esta descripción, hay que destacar que muchos de los componentes más codiciados por la gente en los sedanes medianos son extras, opcionales por los que hay que pagar en la mayoría de los coches de la competencia… mientras que en Hyundai ¡son estándar! Eso, sin contra que algunos de estos elementos ni siquiera están disponibles. Por mencionar un caso: las paletas de cambios de marcha en el volante que trae el Sonata Turbo 2.0T no existen a bordo del Camry, el Accord o el Altima. Ninguno de éstos, by the way, ofrece rims de 18 pulgadas; el puerto USB es estándar en el Sonata, mientras que sólo puede encontrarse en el Camry únicamente de manera opcional en el modelo EX.

Una cosa me preocupa ahora: Yo no compraría ya el Sonata 2.4 cuando puedo tener el 2.0T. ¿Qué va a pasar pues… cómo reaccionarán los prospectos de ahora en adelante? Tiempo al tiempo…

¿Y el Híbrido?
En cuanto al híbrido, primero he de decir que los ingenieros de Hyundai persiguieron el objetivo de lograr un coche con una gran eficiencia de combustible y que no por ello dejara de ser divertida su conducta de rodaje. El compendio aporta un innovador sistema de baterías y, por primera vez —y a propósito— invierte la tradicional fórmula de los híbridos, de ser al revés de los carros normales: los híbridos son más eficientes en la ciudad que en la autopista. El Sonata híbrido, no. ¿La razón? Que un estudio de la SAE indica que los automovilistas norteamericanos conducen 58% del tiempo en las autopistas.

Los elementos clave del Sonata Híbrido y que aliados consiguen su autonomía son, en primer lugar, una estructura corporal más liviana y excelente aerodinámica. Evoquemos de nuevo el concepto de fluidez escultural del nuevo Sonata, que cual resurrección de la idea de corrientes de aire dominadas del Chrysler Airflow de 1934, pretende canalizar los soplos de Eolo a lo largo de la carrocería.

El bloque de impuso en sí esta integrado por un motor de gasolina de 4 cilindros de 2.4 litros con ciclo Atkinson cuya premisa es que el tiempo de compresión es más breve que el de fuerza, para un mejor aprovechamiento de la explosión y por tanto es más "limpio" y eficiente porque la combustión es más completa. En verdad la cilindrada precisa es de 2359 cc, y desarrolla 166 hp y 154 libras por pie de torsión, que asociadas a las 151 del motor eléctrico rebasan las 300. Por su lado, el motor eléctrico de magneto permanente y densidad de alta potencia, y la citada transmisión automática de 6 velocidades con convertidor de torsión y bomba de lubricación eléctrica, contribuyen igualmente a los índices de eficiencia del coche. Aquí nos anclamos de nuevo en si habría sido mejor emplear una CVT. Hmmm… tengo mis reservas. Bueno, creo que sí, que aquí sí la hubiera preferido.

El caso es que todas estas virtudes es a lo que Hyundai le llama conceptualmente la estrategia Blue Drive. Y el “cerebro” que gobierna ambos motores y los pone a trabajar por turnos como sucede en un híbrido, o a ambos a la vez inclusive, es el HPCU o Hybrid Power Control Unit.

Y no se puede obviar en la ecuación el resto de los miembros de la brigada tecnológica, que son: el sistema de baterías de litio-polímero, emparentadas en espíritu con las de litio-ión de los teléfonos celulares; los frenos regenerativos, y el compresor del aire acondicionado que es eléctrico, lo que garantiza más y mejor eficiencia de combustible. Ahí está todavía el debate de si las baterías de níquel-metal-hidrado —que tan exitosamente ha usado Toyota en sus híbridos— son superiores a las variantes de litio-ión, pero otra batalla que hay que ganar es la del control de temperatura de éstas para hacerlas mejores, y en el caso del Sonata son térmicamente controladas para que no se sobrecalienten o se congelen.

Y el peso… Estas baterías, avanzadas, son de metal ligero y de gran potencial eléctrico. Son de baja polarización, no tienen efecto de memoria, poseen un rango muy bajo de auto-descarga y no generan mucho calor. El Sonata Híbrido cuenta también con un sistema de apertura para corriente de aire en parrilla, una escotilla detrás del grill, invisible por fuera, que se abre o cierra automáticamente para maximizar la economía de combustible en la autopista y reducir la resistencia aerodinámica.

ñEl ciclo de trabajo del tándem híbrido del Sonata es como sigue: arranca eléctricamente; en aceleración gentil ascendente arranca el motor de gasolina; comienza a trabajar intermitentemente uno o el otro según incrementa la velocidad de circulación en tráfico estable ciudadano; se activa la regeneración de energía en la desaceleración, y finalmente apaga el motor de gasolina cuando el coche se detiene.

Ricardo Long —a la izquierda— y Pepe Forte, junto a un Sonata Híbrido en un lato en la ruta de pruebas.

El Sonata Híbrido es el segundo híbrido más eficiente entre los sedanes medianos de este tipo, con 36mpg en la ciudad y 41 en la autopista. Justo las cifras del Ford Fusion ídem, que las empata, sólo que al revés, porque produce las 41 millas en la ciudad. El otro híbrido mas económico en consumo es el Nissan Altima, con 35 y 33.

En cuanto al híbrido, así como el turbo lo es, éste también le hace honor a su definición. Nuestro primer punto de comparación —obviando la talla— es el Toyota Prius y, aunque ya dijimos que el Sonata Híbrido invierte la fórmula tradicional de más eficiencia en la ciudad, el auto trabaja en un ciclo de intermitencia gas-eléctrico semejante al del auto emblemático de la especie de Toyota —cosa que desgranamos arriba—. Así que no se trata de lo que este servidor llamaba un híbrido moral, calificado así porque combina un motor eléctrico con uno de gasolina, pero que trabaja frustrantemente más —mucho más— en gasolina que eléctrico, como el Ford Escape híbrido, e incluso los llamados Two-Mode de GM.

El Sonata Híbrido es muy silencioso cuando anda eléctricamente y también cuando pone a funcionar el motor de gasolina, aunque nos pareció que éste al arrancar sacudía un poco al auto.

Nos envolvimos de nuevo en la tradicional competencia de eficiencia de Hyundai aunque no tan a fondo como hiciéramos este verano anteriormente en New Orleans con el Sonata normal.

Ariel García Linares, vocero de Hyundai —a la izquierda—, junto a Pepe Forte en la parada de la tienda de manzanas. Ariel nos acompañó en la segunda jornada para el test del Sonata híbrido.
Operando como copiloto mientras Ricardo Long iba al volante, esta vez dejamos el aire acondicionado puesto y no hicimos drifting. Por nuestros cálculos creímos que rebasaríamos las 35mpg, promedio que finalmente obtuvimos.
Los ganadores de la apuesta rebasaron las 50 millas por galón. Sin embargo, en los picos de eficiencia llegamos a rebasar las 70 —debajo:
En realidad, yo estaba más interesado en retar al auto en conducción normal para medir su verdadero ahorro. Aunque resulta interesante exprimir al coche en condiciones de conducción extremas para revelar su potencial de eficiencia —y de ahí que que resulten válidas estas propuestas de competición de Hyundai que, además, son muy divertidas— no ignoramos que nadie en el mundo real va a manejar a baja velocidad sostenida pegado al trasero de un camión por millas y millas, sudando a mares con el aire acondicionado apagado y las ventanillas cerradas para obtener del vehículo medio centenar de millas por galón. Nosotros quedamos complacidos con la eficiencia del vehículo y, en mi caso particular, logré una aceleración pareja que durante minutos y minutos mantuvo al auto en la condición de ECO, que es donde más ahorra.
El sistema estándar activo ECO, modifica la curva del motor y la transmisión para una mejor economía. Cuando el conductor habilidosamente a través de una aceleración fluida obtiene este rango de trabajo, una señal con la palabra ECO se enciende en los relojes para dejarle saber que el coche rueda así.
Analicemos ahora el look: Mucha gente se pregunta si el Sonata Híbrido puede notarse que lo es con una simple mirada. Sí. A pesar de que la “caja” general es la misma, el primer elemento que separa a este vehículo lo mismo del Turbo que del 2.4 es el grill. Esta parrilla ha sido sobredimensionada y es de corte exagonal, de color, con distinto calado y lleva una barra grande, negra y lisa de lado a lado. Me gusta esta parrilla, pero creo que la citada barra es justamente demasiado grande y demasiado lisa. Pero hay más detalles, por ejemplo en las lámparas.

Las lámparas delanteras son muy tercermilenistas —arriba—, con una sinuosa serpiente de LED’s estilo Audi para lo que se conoce como las DRL, las Luces de Circulación Diurna. Un leve toque de iluminación aqua las distingue.

Detrás las lámparas son distintas también basadas en LED de configuración… ¿atómica?, y el bumber o parachoques trasero es distinto y —sí— , más bello.

Y existen molduras latearles cromadas que los otros Sonatas no ostentan y además, por supuesto, la identificación de Híbrido en letras a relieve cromadas, con relleno en azul, decorada con una hoja vegetal, lo que destaca su vocación ecológica. Pero dentro, el Sonata híbrido es el más exquisito de la tríada.
Primero, hay que hablar de las pantallas de alta resolución que reflejan, naturalmente, las operaciones del sistema híbrido. Ahí está el screen en la consola central que se dedica a otras funciones también como el GPS, pero que donde se luce es en exponer cómo marcha el vehículo en sus modos motrices. El esquema del carro en su orden motriz es tipo 3D con un diseño detallado, hermoso y realista, a lo Apple.
Y el resto de las gráficas y las escalas dedicadas a su operación son una maravilla también. Pero existe otra pantalla, vertical, destinada a estos y otros efectos, ubicada entre los dos relojes centrales. La iluminación es toda en azul, un poco más intensa en matiz que el aqua.

El carro ofrece doble claraboya, que ahora le llaman “panorámica”.

El Sonta híbrido, como sus dos hermanos, desborda en elementos estándar, entre ellos luces de encendido automático, toberas para el aire acondicionado para climatizar a los viajeros de los asientos de atrás, ubicadas en la proyección terminal de la consola central entre las butacas delanteras, indicadores direccionales en los retrovisores laterales y neblineros. ¿Opcionales?: El GPS, la cámara de vídeo para la marcha atrás, butacas térmicas delanteras, volante y palanca de cambios envuelta en piel, espejos anti-destellos y radio HD. El híbrido viene en 6 colores (Silver Frost; Black Onyx; Porcelain White; Hyper Silver; Blue Sky, y Venetian Red) y dos interiores, Gris y Camello.

En realidad tengo un conflicto de elección con Hyundai: Me parece más coherente con el espíritu deportivo del Sonata 2.0T Turbo el del Híbrido. ¿Cambiamos?

La valoración final
La valoración final de ambos coches, de nuevo es grata. Hyundai —lo he dicho ya otra vez recientemente—, ha llegado a la mayoría de edad y ya no hay que considerarla más una compañía emergente. Hyundai, como compañía, no es alternativa ni colateral, sino mainstream. Ahora tiene un motor turbo de verdad y un híbrido también de verdad que proveerán de muchas satisfacciones a quienes manejen estos autos con tales características. Y, por si fuera poco, están entregando vehículos hermosos, deseables. De nuestro lado, le ponemos al pecho otra presea de oro. Se la merece.

 

A continuación, el resto de las impresiones greaficas del evento: