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2003 Forester 1999 Forester 2005 Outback
 

por PEPE FORTE editor de i-Friedegg.com
y conductor de AUTOMANIA, programa radial semanal sobre autos. Sábados desde las 12:00PM ET por WQBA 1140 AM Univisión AMERICA.

Written, photograped and designed by Pepe Forte.
All pictures by the author (except the ones marked with a red dot, from Subaru), taken with the Sony a6000 24 mp. camera.
Posted on June 30 2014 at 9:01 AM ET.

 

Nuestro lunes 23 de junio del 2014 fue largo e intenso. Comenzó a las 4 de la madrugada en la Florida y terminó a las 7 de la noche en Oregon (y, sí, por favor, añada la diferencia de hora, en este caso un incremento de tres sobre la original de partida, que el cuerpo no puede ignorar).

Estábamos de vacaciones según la rutina anual en Marco Island, al Oeste de Miami, en la costa occidental de la península floridana, y por eso antes del amanecer manejamos a lo largo de la Carretera 41 (que es una extensión de la célebre Calle 8 de la Capital del Sol), íntima pero aburridamente recta como un disparo, camino a MIA para tomar allí un vuelo temprano en la mañana a Atlanta, Georgia, para cambiar de avión rumbo a Seattle, en el estado de Washington, y luego abordar otro hacia Redmond, en Oregon.

Lo que podemos definir como el día entero volando… y comiendo pretzels sobre las nubes.

Todo sea por el bendito Outback…

Si la jornada hubiese demorado más (cosa a estas alturas prácticamente imposible ya) tampoco nos hubiéremos quejado, porque cualquier sacrificio es poco con tal de probar la nueva edición de uno de nuestros autos favoritos, el Subaru Outback, ahora en su modelo 2015.

Las oficinas centrales de Subaru en Estados Unidos decidieron escoger como punto de partida el apartado Rancho Brasada en las afueras de Redmond para ensayar el nuevo Outback en su salsa; léase terreno abrupto y resbaladizo, de poca o ninguna tracción (solo nos faltó el hielo y la nieve).

El recorrido fue de unas 180 millas en general, que también incluyó carretera, claro está, con pendientes y curvas...

...pero el plato fuerte fue un sendero de grava en el bosque en el ambiente semidesértico y de taigá característico de la costa Oeste de Estados Unidos, colindante con Canadá.

Antes de iniciar la prueba off-road, paramos momentáneamente en Sisters, una pequeña ciudad al pie de la majestuosa tríada orográfica de los picos conocidos como Las Tres Hermanas (de ahí el nombre) de nieves perpetuas, y cuya visión nos acompañó todo el tiempo y sirvió de portentosa decoración a nuestras fotografías.

Según nos adentrábamos más, las condiciones del camino empeoraban… es decir, irónicamente mejoraban para lo que deseábamos y fuimos a hacer allí. Se hacía más estrecho, abrasivo por la proximidad de las coníferas y la vegetación general, más presencia de lodo y de superficie arenosa o pedregosa —o un coctel que mezclaba todo esto— para una ausencia de agarre, de la que sin embargo el Outback ni se enteró, mientras las depresiones se hacían más agudas y frecuentes.

Y polvo, mucho, polvo, como el que vio el Lunar Rover en la Luna…

Cuando a veces en las áreas en que el ancho de la vereda lo permitía nos adelantaba otro Outback, éste desaparecía de nuestra vista en la nube de blanca de la polvareda —a veces rojiza también— que dejaba tras de sí como una suerte de asustadizo calamar sui generis fuera del agua que huye envolviéndose en su cegadora mancha de tinta. La recompensa es que no pasaba mucho tiempo antes que pudiésemos ejercer venganza contra otro colega.

Al final de la prueba la pintura de los Outbacks rojos, verdes, plateados o azules del evento, fue sepultada por una irredenta pátina de polvo que sólo cedía a la maraña de arañazos de las ramas de los arbustos a los lados del sendero, cual una rúbrica de la naturaleza con pretensiones de indeleble. Fuimos la primera tanda de periodistas de dos; el miércoles los que vinieron después de nosotros heredaron curtidos Outbacks con las cicatrices del combate, de nuestro combate…

Entusiasmados por la prueba, perdimos la cuenta del tiempo y la distancia conduciendo así, pero creemos que fue sobre 40 minutos —o acaso más—, a veces conduciendo sobre 45 MPH (42 es el número más alto que recordamos en un fugaz atisbo al velocímetro), y en otros instantes por debajo de 5, porque así lo exigían las condiciones de la ruta. Además, fuimos subiendo hasta una parada para el almuerzo al pie de un sereno lago.

La temperatura, unos agradables 60 grados F, toda una delicia para los casi 90 del estival junio dejados detrás en Miami. Cielos intensamente azules con cúmulos blancos completaban la belleza del panorama. El paisaje, francamente hermoso.

Con la conducta de desplazamiento del Outback en una hostil vereda de la que no habría sido capaz de escapar otro vehículo —y ni siquiera algunos de los vehículos competidores del segmento con capacidades semejantes—, no hicimos más que comprobar minutos después, in the real thing, el video que temprano en la mañana vimos durante la presentación técnica. Se trató de un ensayo de laboratorio en que se puso a prueba la transmisión All Wheel Drive del nuevo Outback, que fue el que más rápido de todos los examinados y sin “patinar” ni un solo instante, abandonó la traicionera estera. Ni siquiera su histórico antagonista mas cercano, el Allroad, se le pudo a adelantar. Ello demostró lo que por años hemos sabido, que Subaru y sólo Subaru ha perfeccionado y superado a la propia invención de Audi.

Muchos de los prospectos de la marca probablemente nunca explotarán estos beneficios del AWD de todos los Subarus que se venden en Estados Unidos, excepto el cupé BR-Z, que es de tracción trasera. Por estadísticas se sabe que la mayoría de quienes compran el Outback sólo lo explotan en circulación urbana. Pero el vehículo, desde el estreno de la primera generación a mediados de los años 90, goza por otra parte del favor de una gran demográfica amante de los deportes y la recreación al aire libre, como el kayaking, la pesca y las actividades fluviales, y el ciclismo de montaña, todo para lo cual tal parece que el Outback se los hizo Dios.

Y el trillo de pruebas que la compañía escogió para explorar y comprobar estas características endémicas fue el preciso para ello.

Como el 99% de todos los Subarus, equipados con All Wheel Drive, más eficiente aún desde que hace como 10 años su distribución se hiciese simétrica, el Outback dispone de la transmisión perfecta y como que por prescripción facultativa para las montañas y la nieve, y por es muy popular en regiones del país como Vermont, Colorado, las Carolinas, y aquí mismo en Oregon, donde fue el evento. Pero su utilidad también se manifiesta en regiones llanas donde llueve mucho, como la Florida, y así protege a su conductor y ocupantes al ser un vehículo de desplazamiento anti-deslizante.

El Subaru Outback del 2015 conserva en esencia el styling y las dimensiones de la generación anterior, del 2010, cuando abandonó su fundadora forma de station wagon para abrazarse a las de un crossover, con las que incrementó las ventas originales de 200 mil unidades en 1995, a más de 450 mil en los últimos cuatro años.

Oficialmente se trata de un rediseño.

Elementos como la nueva parrilla (dinámica, que se cierra para optimizar la temperatura del motor a través de una combinación de factores que contempla las condiciones del ambiente y la velocidad), el interior modificado y el motor de 6 cilindros (de 3.6 litros, cilindrada que estrenara del Tribeca), prácticamente nuevo porque 80% de sus partes y arquitectura es de estreno, certifican la sentencia de nueva generación.

Este 3.6 es el habitual motor boxer, flat o pancake típico de Subaru, de cilindros opuestos horizontalmente, lo que baja el centro de gravedad de cada auto para mayor estabilidad.

El 6 cilindros es ahora más potente que el del modelo del 2014, más liviano, más silencioso y más carente de vibración.

Pero no es el único: para quienes no necesiten más fuerza o quieran pagar menos por el auto, pueden optar por el histórico y muy capaz de 4 cilindros y de la misma arquitectura, de 2.5 litros. Genera 175 hp y 173 libras por pie de torsión.

Y también ha de ser el favorito de quienes quieren ahorrar gasolina: hace 25MPG en la ciudad y 33 en la autopista, con un promedio combinado de 28, lo que le coloca a la cabeza en eficiencia comparado con los rivales.

De los contendientes japoneses, el que más se le acerca es el CR-V con 23, 31 y 36, pero ese Honda es más pequeño.

La planta de 6 pistones produce 256 hp y 247 libras por pie de torsión, y tiene una eficiencia de 20/27/22 MPG.

Hay que destacar que estos números son mejores que muchos de los vehículos competidores que no llevan transmisión AWD —que es la única de todos lo cortes del Outback—, que en términos generales incrementa el consumo cuando menos en una 1MPG.

Pero esta economía se debe a que ambos motores están acoplados a transmisión CVT.

En el caso del motor de 6 cilindros, es una superior, conocida como HCVT. Y precisamente la transmisión HCTV agrega el X-Mode, que es una mejora sobre las funciones AWD. Probamos esta transmisión en descenso, que activamos mediante un botón ubicado en la consola entre los asientos.

Esto posibilita que el vehículo descienda ajustando el frenado por sí solo sin que el conductor tenga que intervenir para nada.

Además, posee la ayuda de arrancada cuesta arriba, que impide aún con transmisión automática que el vehículo se desplace hacia atrás en el lapso en que el conductor retira el pie del pedal de freno para oprimir el acelerador.

Otra de las cualidades que posibilita que el Outback del 2015 sea una criatura para enfrentar los retos de a campo traviesa es su clearance o altura del suelo al chasis, de 8.7 pulgadas, mas alta incluso que la del Jeep Grand Cherokee.

Empero engaña al respecto, gracias a que es un vehículo estilizado.

Y no sólo es cuestión de percepción su largo, es que en realidad creció 0.25 pulgadas de distancia entre ejes y 1.6 de largo general para —¡por supuesto!— más amplitud dentro.

Especialmente es ahora 2 pulgadas completas más ancho y esto, en el mundo de los automóviles (y en las filas de asientos de los aviones y —ejem—… en el sexo), es mucho, mucho.

Y para las personas altas, conserva una buena distancia para las piernas en la segunda fila de asientos.

Probamos primero el Outback con el motor de 4 cilindros, suficiente para mover su anatomía. Como siempre ocurre con motores más pequeños acoplados transmisión continuamente variable, ésta se hace más ruidosa aquí, pero en realidad incluso así hemos de admitir que la cabina es silenciosa. El único ruido que percibimos de fuera era de viento de los retrovisores laterales, pero en verdad tenue (recordamos cómo en la primera generación entraba ruido de rodaje desde la puerta del tercio de carga y también nacido del rack sobre el techo. Y también aquel característico chirriar de los Subarus de hace 20 años cuando estaban nuevos, pero eso ahora es historia).

Las butacas delanteras son amplias y cómodas, y nuestras unidades de prueba estaban vestidas en fina piel.

El asiento delantero del conductor puede ser eléctrico con varias posiciones

El ruido de la baca (la parrilla sobre el techo) es inexistente porque conserva la peculiaridad del modelo anterior de que siendo articulada su sección transversal se puede configurar longitudinalmente —con una manipulación muy fácil—, lo que elimina el ruido del aire y además redunda en eficiencia
Suponíamos —y no nos equivocamos— que el ruido preveniente del rodaje no lo escucharíamos porque desde que en la segunda generación del Outback el vehículo comenzara a ser calzado con neumáticos Bridgestone que son muy callados, con la serie Dueller de ahora, prevalece esa plausible característica.

¿El modelo de 4 cilindros? Pues, complaciente, satisfactorio. Pero se nota la diferencia de empuje en el de 6 y, además, en este último la CVT es menos protestona.

La cabina también se lleva varias estrellas en la calificación con un refinamiento a ojos vistas, particularmente en los elegantes acentos en madera mate.

No es un vehículo de alardes de lujo, pero lo parece. Incluso es el único coche que no integra la categoría de luxury que lleva audio Harman/Kardon de 576 watts. Lo que se llama un audio de categoría High End.

Hay bastante material blando a bordo, y la consola es elegante con una pantalla táctil de gran tamaño en la que domina el agradable color azul (mas no pudimos verla de noche). El diseño anterior estaba emparentado con el del Tribeca. Mas la mejor noticia es que el irritante interface para la radio del modelo anterior ha sido sustituido por uno mas amigable.

La palanca de cambios es voluminosa, pero fácil de asir, tiene la altura correcta, y está escoltada por dos portavasos y una oquedad para colocar el teléfono celular. Y todavía hay otro espacio más justo debajo de la consola vertical.

El tercio de carga cuenta con el cargo cover y la base de caucho de protección.

Con la segunda fila de asientos abatida, 73 pies cúbicos de capacidad y 35 con ella erecta.

La portezuela trasera cuenta con botón para cierre eléctrico, y tiene memoria de altura ajustable en apertura para evitar pegarle al dintel de la puerta del garaje.

Aunque la espalda de la segunda fila de asientos no es abatible eléctricamente, una manija en las paredes del tercio de carga hace la función mecánicamente.

Con la segunda fila de asientos abatida, se logran 73 pies cúbicos de capacidad, y 35 con ella erecta.

En cuanto a seguridad, qué decir cuando este periodista por su propia cuenta siempre ha incluido a las transmisiones AWD como un componente a contemplar en ese acápite y, por si fuera poco, quién le da lecciones de eso a Subaru.

Pero ahora añade la tercera generación del sistema EyeSight, capaz de frenar al vehículo hasta 30 MPH si el conductor se distrae. En el evento, a mitad de camino, Subaru habilitó al respecto un estacionamiento para examinar sistema, y el auto se detuvo en seco a esa velocidad a apenas un par de pies de pegarle a la valla de ensayo sin que interviniéramos en absoluto en el frenado del vehículo.

El auto se apoya en dos cámaras especiales para ello, ubicadas en el techo interior a los lados del retrovisor central.
El software es capaz además de detectar las luces rojas de freno del vehículo que va delante. Y añade el sistema de prevención de invasión negligente a la senda contigua (¡que incluso funcionó en medio del monte entre la manigua!), y cuenta con 8 bolsas de aire.
El auto entrará en venta en julio de este año. En torno a su lanzamiento se revelará la escala de precios que, en caso que sea más alta, apostamos a que no se elevará mucho por sobre los del modelo saliente.
El evento en conjunto fue un paradigma de organización y de cálido trato personal por parte de nuestros buenos amigos, los ejecutivos de Subaru que, además, así como el año pasado en el lanzamiento del Forester en Tucson, Arizona, llevaron en la noche a los periodistas a un espectacular rancho, en este, en la cena de despedida, nos ofrecieron la oportunidad de cabalgar hasta una agradable meseta a campo abierto, desde donde se ofrecía una hermosa vista.

Además, como Brasada Ranch está compuesto por cabañas muy aisladas entre sí, y algunas de ellas muy apartadas de la carpeta y del restaurante de la instalación como en la que fue hospedado este periodista, nos ofrecieron un golf car para nuestras necesidades internas de desplazamiento. Verdaderamente divertido.

Sería inútil que ocultáramos nuestro entusiasmo por la nueva generación del Outback, máxime cuando somos irrenunciables fans de la marca. Aún conservamos el Outback ’98 de la primera generación que adquiriésemos nuevo entonces. Fue así como insospechadamente nos hicimos miembros vitalicios de la elitista casta que son los dueños de Subaru, orgullosos, que se creen una clase aparte, y a la que ya nunca más abandonan. Con el Outback 2015, continúa esa tradición.

Nada, que podemos decir que, once you go Outback… you’ll never go back!

 
A continuación, más fotos
del Subaru Outback del 2015
y del evento en Oregon: