En Mobile, Alabama, a la sombra del célebre B-52 Calamity Jane, todo un gas guzzler. El motor eléctrico del Prius produce 44hp, mientras que el de gasolina —de 4 cilindros y 1.3 litros—, 70, para más potencia y torque que un Camry.

Texto y Fotos por PEPE FORTE

Publicado en la sección de autos de la revista ¡ENTÉRESE!/Dic.2001

Imagine un viaje que promedia 2 mil millas a bordo de un automóvil que sólo consumió durante el periplo cuatro tanques de gasolina de unos 12 galones. Imagine que uno de esos tanques rindió en la carretera 535 millas. ¿Fantasías del tercer milenio? No, realidades del año 2001, con las manos al volante del Toyota Prius.

El Prius viene dotado de ventanillas y pestillos eléctricos y otras amenidades. Llantas de aleación, frenos ABS y bolsas de aire completan un surtido paquete al asombroso precio de unos $23 mil.

   Con una historia de cuatro años en Japón, por cuyas vías ruedan más de 50 mil, el Toyota Prius Hybrid cumplió exitosamente sus primeros 12 meses en EE.UU. Como su nombre indica, es un híbrido, es decir, un vehículo que alterna motor eléctrico y motor de gasolina, para las asombrosas cifras de consumo de 52 millas por galón en la ciudad y 45 en la carretera. No es un coche eléctrico; mejor aún: la combinación entre éste y el auto de motor de combustión interna y que, por su rendimiento y virtudes, podría —y debería— ser la fórmula automotriz del futuro inmediato.