Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com
y conductor del programa radial AUTOMANIA
de WQBA 1140 AM de Univisión Radio.
Miembro fundador de SAMA.

Todas las fotos son del autor.

Posted on Feb.7. • Previously aired live! on AUTOMANIA.

Cuando el Toyota Camry salió totalmente rediseñado en el 2012, lo probamos e hicimos el review en este mismo website. Por eso, para muchos de los detalles generales del coche, el lector puede —o debe— ahora mismo, o una vez terminada esta lectura, presionar sobre esta línea en azul, mediante la cual será conducido allí en el afán de que tenga una idea global de la mas reciente hornada del sedan mas importante de la compañía.

Pero ocurre que en aquella oportunidad nuestra unidad de pruebas fue el SE, el más deportivode los 4 modelos del Camry —aún más que el xP que es un paquete cosméticamente sporty a posteriori dentro de la misma línea de productos—,y ése lleva motor V-6.

De manera que en esta ocasión sólo queremos destacar cuán dinámico y dispuesto es aún el motor más pequeño, de 4 cilindros y 2.5 litros, que es la otra opción motriz que el Camry de última hora ofrece. Podemos hacerlo, porque recientemente manejamos el Toyota XLE de la misma generación con ese motor.

Cuando el auto le fue entregado en casa a este servidor y editor de este website, por cortesía de Prestige Auto Specialsts, inmediatamente en la apurada salida que tuvimos que hacer a nuestro programa de radio, no reparamos que cuál motor era el que movía el coche. Pero asumimos, atendiendo a la elocuencia de su aceleración, que se trataba del V-6.

A pesar de que los números —lógica aunque no necesariamente—, dicen que el motor de 3.5 litros es más potente con sus 268 hp que el de 2.5, éste, con su asombrosamente histriónica capacidad de simulación de potencia le hace sentir al conductor que cabalga al hermano mayor de más cilindrada. Lo que pasa es que este 2.5 es una versión mejorada del anterior, que ahora produce 178hp y 170 libras de torsión.

A menos que usted sea una persona a la que verdaderamente le interese el V-6, su alternativa ideal es que se abrace a cualquiera de los Camry con la planta de 2.5, que no sólo será más barato, sino más eficiente también —28MPG combinadas, 25 en la ciudad y 35 en la autopista, buen número sobre todo el último para un sedan mediano—, sin que se sienta como intentando hacer galopar a una vaca Holstein. Y esto es lo maaaaaaaas recompensador de todo…

No olvidemos que a ello contribuye su transmisión automática de 6 velocidades.

Los detalles generales de este XLE son los siguientes: Aros de aleación de 17 pulgadas, calzados con neumáticos 215/56; dirección eléctricamente asistida; frenos de disco tipo ABS con distribución electrónica; 10 bolsas de aire; luces automáticas de circulación diurna y neblineros; control dual de climatización; 8 altavoces; puertos USB y radio satelital, e infotainment EnTune de Toyota.

En cuanto a seguridad, las agencias del gobierno otorgaron 5 estrellas en todas las pruebas de impacto al nuevo Toyota Camry, y 4 sólo a la embestida frontal por el lado del pasajero, y la misma calificación en vuelco.

Nuestra unidad de pruebas estaba pintada del color azul bautizado como Clearwater Blue Metalic según la compañía, y tenía particularmente un precio básico de $24,855, pero con todos los pájaros a bordo, $29,945.

Si a usted le importa el aspecto puramente matemático de los 268 caballos estadísticamente oficiales del V-6, el V-6 pues —no discutamos más— es su elección adecuada. Pero si pudiese hablar antes con Sigmund Freud, éste le dirá que es cosa de autosugestión… porque la sensación de esa puntual potencia del 3.5 litros, el 2.5 la garantiza. Entonces… ¿para qué pagar más?

Un último consejillo antes de firme el cheque: Vaya a su concesionario de Toyota más cercano, compare uno y otro entrando a cada vehículo con los ojos vendados como la gallinita ciega para que no vea de cuál modelo se trata, quítese la venda y maneje, y claro que verá. Verá que no sabrá cuál motor es uno y cuál el otro…