El Hotel Central de la Cadena K+K fue donde nos hospedamos en Praga. Céntricamente ubicado en el No. 10 de la calle Hibernská, está lado a lado con el fastuoso Kempinski. El Central es un hermoso edificio Art Nouveau construido en 1931 y cuyo punto culminante en belleza interior es el restaurante principal en el segundo piso.
Las ricas decoraciones florales geométricas denuncian nítidamente el estilo.
En el año 1898 los constructores Friederich Ohmann y Guido Belsky propusieron su construcción.
La cuadra del hotel precisamente termina en la célebre Puerta de la Pólvora, que da la bienvenida a una de las áreas más turísticas de la ciudad —el Barrio Viejo de Praga— donde se halla el célebre Reloj Astronómico—, pero en sentido contrario también está en sus cercanías la Plaza Wenceslao, punto obligado para el visitante.
Con su empleomanía amable y atenta a todo detalle, para quienes quieran tener a walking distance los puntos más importantes de Praga, el Hotel Central debe ser su opción. Las paradas de tranvías y del Metro están a penas a una cuadra del hospedaje.