por PEPE FORTE/Fotografías del autor
Publicado en varios medios impresos y cibernéticos
No sé a cuál cronista de farándula le escuché decir allá por los años 80, que Madonna no quería atención, sino toda la atención. Eso mismo le ocurre al Scion xB.
Ya hace dos años desde que, durante una semana de pruebas, cuando conduje por primera vez este vehículo, fui asediado por la gente en la calle, curiosa por lo radical de su diseño. Recientemente volví a estar al volante del coche en tanto que canto de sirenas entre la demográfica más joven y, para mi sorpresa, cuando pensaba que el público se había acostumbrado a él, descubrí que sigue, como Madonna, atrayendo toda la atención. Pero no era el xB regular, sino una edición especial, para colmo en amarillo... y sólo en amarillo. Se trata del Scion xB Release Series 2.0, que me hizo además sentir cual propietario de una limitada edición de aguafuertes de Goya o de xilografías de Durero. Ya me explico: tan sólo 2500 unidades han sido fabricadas, y este periodista condujo la "copia" No. 91. Cada xB Release Series 2.0, cual ocurre al pie de los grabados de los pintores famosos, cuenta con una pequeña laminilla metálica en la pizarra que anuncia qué "número" es en la "tirada".
Y se impone la pregunta: ¿Es distinta esta edición especial del xB regular? Sí lo es. Por dentro y por fuera, aunque tampoco se trata de diferencias capitales. Pero la primera de ellas es que cuenta con un motor un motor de 2.0 litros. La edición "normal" es animada por un 4 cilindros de 1.5L. Estas 5 fracciones más de cilindrada hacen una diferencia de verdad que se nota en la aceleración del vehículo.
El nuevo Scion xB es doblemente fresco: apenas acaba de salir; está en los concesionarios desde marzo del 2005. Lo otro: el color; sólo está disponible en un tono de amarillo que el fabricante ha decidido bautizar con el apellido de "Solar".
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Si comparado con el xB regular, descubrimos que al flamante 2.0 le faltan cosas, al tiempo que otras han sido añadidas. Comencemos por las adiciones: ahora se ofrece con los retrovisores laterales del mismo color del vehículo, a los que se integran indicadores direcciones; otro tanto pasa con el spoiler trasero, y viene dotado con boquilla de escape ajustable, sobredimensionada y cromada. No es únicamente un adorno: a través del aditamento se escucha el sonido de la acelaración, aunque tonificada para no ensordecer a la ciudad. Mas revela muy bien los cambios de marcha de la transmisión automática, al punto que algunos de los ocupantes que paseé a bordo suyo me preguntaron si el auto era de transmsión manual.
La vestidura integra en su tejido puntadas en amarillo. No hay acentos en madera por dentro, pero sí en aluminio, y el auto es mayormente negro.
Vamos ahora a lo que falta, a pesar de que no he terminado con la lista de las adiciones: no hay en este xB especial la combinación psicodélica de colores de la iluminación interna del modelo precedente. Y carece de fog lights, que están cubiertos por placas amarillas. Si así lo desea, considere este detalle como una adición, no un componente restado. Este detalle es importante, porque a través de él —y del nuevo grill—, el 2.0 insiste en su aspecto aftermarket. No se olvide que aunque en general el vehículo vende muy bien en todas las demográficas, el Scion está enfocado en la generación más joven, la Y, que gusta de poner agregados o sustituir o eliminar partes originales. Atendiendo a esto, Scion ha tratado de ofrecer un vehículo que parezca "alterado" desde la cuna. Los propietarios del nuevo xB no tendrán pues que gastar dinero y aplicar una cubierta de plástico a los neblineros con tal de agenciarle un look más deportivo, porque la compañía ya se adelantó haciéndolo por sí misma. Y ocurre igual con la parrila frontal, de maya gris tipo industrial, que le viene de perillas a su diseño y, como en un frente personalizado, carece del logo al centro. Sin embargo, para mi asombro, trae rims regulares con tapas o “bocinas”, no aros de aleación. ¿Acaso es esto la puerta abierta para sustituirlos al gusto de cada quien? Si ésta es el propósito, merece un aplauso. A pesar de ello, mucha de la gente que el auto vio se extrañó de esta decisión. De todos modos, parece una solución inteligente, para que cada prioetario le agregue el sabor que desea a su unidad a través de los aros de su preferencia. No olvidemos que se trata de una pose de gusto muy personal. ¿Y existe aún así algún nivel de elección ofrecido por le fabricante? Sí: hay tres cubiertas a elegir para las ruedas,
A pesar de su bajo precio (unos $14 mil para empezar) el xB 2.0 ofrece ventanillas, pestillos y retrovisores eléctricos, cristales ahumados en las puertas y ventanas traseras, frenos ABS, Control de Estabilidad y un magnífico estéro Pioneer con AM/FM Stereo, CD y Mp3. En mi semana de pruebas lo usé en la carretera y la conducta del Scion fue buena. Apenas eché de menos un par de cosas: un brazo al lado derecho de la butaca del conductor y el Cruise Control. Pero los asientos resultaron cómodos en la larga distancia, la amortiguación hizo la travesía feliz y, por encima de 60mph el 2.0 es bastante silencioso. Continúo encontrando agradable y fácil de leer el reloj de la pizarra casi al centro, que es uno de los sellos distintivos de la serie Scion —obviando el tC—.
La movida de la edición especial 2.0 del Scion no se queda encajonada sólo en el xB. También el xA cuenta con la suya desde mayo del 2005, con 1700 unidades numeradas como el xB, y como el xB, también estará disponible en un solo color, en este caso, el Spectra Blue Mica.
El precio del xB 2.0 es unos $1300 más alto que el del xB regular. En realidad muy poco para los cambios cosméticos y de potencia que ha recibido.
El nuevo Scion xB Release Series 2.0 del 2005 demuestra que es un vehículo con potencial para no quedarse donde está a pesar de que su diseño radical así lo haga pensar. Por el momento, la sentencia final es que el xB regular llama la atención... y el Release Series 2.0, como Madonna, toda la atención.
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