SOBRE RUEDAS pudo apreciar recientemente al flamante Mercedes-Benz SL63 AMG del 2009 durante un almuerzo-presentación especial en la dinámica Miami Beach, en el Sur de la Florida. Y qué mejor lugar donde hacer brillar la estirpe de una gaviota. Porque precisamente nunca un SL fue más fiel heredero de aquel fabuloso Gullwing 300SL de 1954 que este. La herencia se revela más franca e inequívocamente en la parrilla de una sola pieza con el logo al centro en sólido, sin haber recurrido a la ya manida reinterpretación "retro". Pero claro que los genes de más de medio siglo son patentes en todo el styling de un coche de belleza perfecta, impoluta, incuestionable, cuasi divina, que lejos de degenerar ha sido perfeccionado al grado de exquisitez suprema de la más elitista manipulación de la ingeniería genética.
Pero estamos hablando de un AMG y esto cambia el ADN. Bajo el capó habita una perla brutal, un motor V-8 de 6.2 litros y 4 válvulas por cilindro, capaz de producir 518 hp de potencia y 465 libras por pie de torsión. Esta planta motriz, por primera vez desarrollada absolutamente por AMG, transforma su vigor en movimiento gracias a la totalmente nueva transmisión MCT (acronismo en inglés de Multi-Clutch Technology) de 7 velocidades, revolucionaria, que reemplaza al tradicional convertidor de torsión y combina automatismo con cambios a voluntad rápidos como en un bólido de Fórmula 1. Se suma al paquete 4 modos de manejo al gusto del conductor mediante el selector con las posiciones Comfort; Sport; Sport Plus y Manual, cada una de las cuales permite al auto hablar un lenguaje distinto de rodaje. La suspensión "activa" complementa el menú.
El 63 del 2009 es además el convertible más seguro del mundo, pues junto con la estructura física general del vehículo y los sofisticados sistemas electrónicos de seguridad, el arco protector anti-vuelco de la cabina se anticipa al accidente y se distiende automáticamente para proteger a los ocupantes. ¿Y se puede usar este convertible en el invierno y no sólo en Miami Beach o en Santa Mónica? Oh, yessss..!, el llamado 'efecto bufanda', el sistema Airscarf que envuelve con una corriente de aire cálido al cuello, hombros y cabeza del conductor y los ocupantes, y que Mercedes ensayara previamente en otros convertibles, ahora se halla a bordo de este emporio de virtudes. Y claro que huelga mencionar los incontables detalles de lujo que cuajan en este inigualable paquete de distinción rodante que Mercedes-Benz, una vez más, ha puesto en el probablemente más adorable de los coches de la compañía alemana.
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