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Magnífico evento de introducción en Orange County.
El Kia K900 es un auténtico coche de lujo, no una caricatura de este tipo de auto.
 

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com • Miembro fundador de SAMA • Conductor de AUTOMANIA de WQBA 1140 AM Univision Radio •
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y del colega y amigo Greg Jarem.

Posted on Feb.23/2014 • Reviewed live! on Automania Radio on the same date.

Cuando el año pasado volamos a la costa Oeste al evento de presentación del Cadenza, estábamos convencidos que nos enfrentaríamos al homólogo de Kia de la compañía emparentada, el Hyundai Genesis. Pero no, el Cadenza es el equivalente del Azera…

Ahora, en febrero del 2014, cuando lo hacíamos otra vez a California para el lanzamiento nacional de Kia K900, creíamos que, a pesar de haber estado muy a tanto del coche original en Corea y conocerlo a distancia, el K9, que se trataba de nuevo del Genesis. Pero no; ocurre que este vehículo ocupa el espacio del Equus.

En el aeropuerto de Santa Ana fuimos recogidos por la querida gente de Kia en el propio vehículo para que probásemos el asiento trasero —what a clever idea!—, cosa que rara vez hacemos los periodistas de automovilismo, que siempre manejamos en el asiento del capitán. Inmediatamente aquí, lo que llamamos el Wow! Factor, se disparó. Sí, el K900 es un auténtico carro de lujo.

Así que nuestro review comenzó ahí mismo.

Los asientos traseros, como en todo coche de estirpe suntuaria, pueden ser dividos por una fina consola que controla el entretenimiento y la climatización. Estas butacas son exactas a las delanteras, pues son ajustables en todas las mismas posiciones que aquellas. Los botones para tales operaciones recuerdan los de Mercedes-Benz, con la silueta de los asientos, y están, al igual que delante, ubicadas en los paneles interiores de las puertas. Y también son térmicas.

Se viaja bien y cómodo allá atrás.

El evento tuvo como base el fabuloso resort de Pelican Hill en las cercanías de Laguna Beach y Newport. La cena de bienvenida consistió en una ingeniosa propuesta: en vez de sentarnos a la mesa de un restaurante distinguido, Kia preparó varias suites en la misma instalación, por las que los invitados itinerantemente desfilamos para degustar las diversas cocinas. Una tenía comida del Medio Oriente, otra de la Costa Norte Africana, otra española… todas decoradas y ambientadas musicalmente en adecuada concordancia (las fotos del evento el lector las puede ver en capítulo aparte al que accederá ponchando en un link o enlace al efecto habilitado al final de este review).

Al día siguiente, un interesante recorrido como sólo puede garantizar uno de los estados mas bellos del país, con colinas, y carreteras sinuosas y rutas junto al mar, pudimos probar el vehículo. Tuve la gran fortuna de que mi compañero de manejo fuese el colega y amigo Ricardo Rodríguez Long, de El Garaje Latino, quien vive en Los Angeles, y por tanto me ilustró como el mejor guía de turismo con detalles dela zona.

Vimos el K900 por primera vez en el Auto Show de los Angeles en el otoño pasado, donde fue el plato fuerte de las revelaciones de Kia, y en realidad una de las más importantes del salón.

Concíamos el vehículo desde su ensayo en el mercado cuna, en Corea del Sur, donde se ha llamado K9. Evidentemente ese nombre no habría sido feliz para rodar en Estados Unidos, pues así se identifica nacionalmente la brigada canina de la Policía en toda localidad. Por tanto, aquí lleva dos ceros más para 900. ¿La K es de Kia? No sabemos, no creemos…

Sin embargo el vehículo se conoce en la escena europea como Quoris. Siguiendo la tradición de Kia de identificar a sus modelos con nombres que tienen que ver con la música (Soul, Forte, Cadenza…) la verdad es que esperábamos un bautismo análogo, como Coda, Simphony, Andante, Allegro…

Ocurre que el momento en que Kia estrenó el K9 allá por donde primero sale el Sol hace como dos años, la firma anunció que planeaba reetiquetar a sus modelos no con nombres, sino con el sistema alfa-numérico (letras y números). Pero esto no ha pasado, y nuestro auto se ha quedado con el K9 y el K900 en dos lados opuestos del planeta.

Así que ahora Kia, con el K900 modelo 2015, se pone al pairo de Hyundai con vehículos similares al Azera y al Equus en lo que al lujo respecta… pero ha quedado vacante la posiciónn del Génesis. ¿Vendrá? No lo sabemos.

Los de Kia no nos han pedido expresamente que dejemos de comparar a la compañía con Hyundai como casi oficialmente se ha hecho en los últimos años, pero se infiere en sus conversaciones que no lo desean. Hay un merecido afán por demarcar territorios y por tanto identidades, que a nosotros nos parece lógico y razonable. Pero todavía casi se hacen imposibles tales ecualizaciones.

Como ha ocurrido desde la revolución de diseño en ambas firmas, Hyundai pasa por un diseño y feeling de manejo más a la americana, mientras que Kia, más a la europea, Por eso el Equus tiene una suspensión de aire, y el K900 de muelle. En realidad, recuerda en su desplazamiento al Cadenza.

Y hay que insistir otra vez en que, dignamente, las dos marcas trabajan en styling totalmente por separado. Aquí no hay un burdo rebadging como se ha visto en otras compañías. Pero no podemos eludir –perdón— el poner un espejo entre el Equus y el K900. Y lo primero que nos parece es que el Equus es más señorial y tiene más porte que el K900.

Diseñado otra vez por el genial Petrer Schreyer, el K900 es sin duda un vehículo de lujo, pero más juvenil y más desenfadado en look por dentro y por fuera que el Equus. Es por eso que incluso la campaña publicitaria se basa en la película The Matrix, favorita de las generaciones más jóvenes, y por eso en el evento, de manera muy simpática, Kia nos ofreció a los participantres las célebres píldoras roja y azul de la cinta que trasladan a quien lsa toma a distintas dimensiones, sólo que éstas eran inocentes caramelos. Pero la idea es demostrar que el K900 combina en uno dos mundos distintos, el del lujo con sentido deportivo.

Pero hereda del Equus exquisiteces como el cerrado final automático de las puertas. Y se ve un poco más pequeño. Se ve, y lo es: es dos pulgadas más corto.

Aunque existirá una versión con motor V-6, probamos el GDI V-8 de 5.0 litros, que produce 420 hp, acoplado a transmisión automática de 8 velocidades, y que tiene una autonomía de 15MPG en la ciudad y 23 en la autopista.

Es de tracción trasera.

Primero creímos que el auto había echado mano a la transmisión alemana ZF porque la palanca de cambios es idéntica a la de los BMW, pero no, ha sido totalmente desarrollada en Corea.
Este V-8 se siente potente, pero no rabioso, tonificado más para una sabor de potencia de lujo, no potencia deportiva.

El precio básico del flamante producto de Kia es de $60 mil dólares. En Kia no ignoran que la probable reacción de parte del consumidor norteamericano será escanadalizarse ante la etiqueta así de una marca emergente del Sudeste asiático. Pero no se debe olvidar que Kia transita la misma senda que Lexus, la división de lujo de Toyota, transitó en la época del Cosby Show, en 1987, a pesar de que hemos de admitir que la comparación no puede hacerse desde la perspectiva de superponer dos siluetas idénticas. No. Pero Kia tiene que empezar en algún momento en participar del mercado de autos de lujo, con este, el K900. Ya lo ha hecho también Hyundai. Ahora claro que tiene que poner a cuajar la sopa y eso podría tomar un tiempo indefinido. Mas estamos convencidos que lo logrará.

Porque el coche no es una caricatura de lujo sino una declaración genuina de esa índole. Y, por otro lado, juega al juego asiático de siempre: sus ofrecimientos son de un Mercedes Clase S, pero a mejor precio. Y ya que citamos a Mercedes-Benz... nos parece que, según sus elementos de diseño más importantes, el K900 está más intersado en desafiar a los productos alemanes de lujo, que a los japoneses de la misma especie.

Como siempre, no ocultamos nuestro entusiasmo por el más nuevo de los vehículos de Kia, y confiamos absolutamente en su éxito.

 
A CONTINUACIÓN, MÁS IMÁGENES DEL KIA K900 DEL 2015, PARA QUE EL LECTOR COMPLETE SU VISIÓN DEL COCHE. AL FINAL DE LAS FOTOS APARECE EL LINK AL CAPÍTULO SEPARADO CON FOTOGRAFÍAS DEL EVENTO Y DEL RECORRIDO: