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Compañía automotriz sudcoreana juega fuerte en EEUU

HMMA de Hyundai abre sus puertas en Alabama

 
Hyundai inaugura sofisticada planta en las afueras de Montgomery. Es la cuna del totalmente nuevo Sonata 2006. La apertura fue en grande: asistieron unas 4 mil personas, entre ellas los notables de la compañía sudcoreana e importantes figuras de la política norteamericana. El ex-presidente George Bush estuvo entre los invitados.
 
por PEPE FORTE

Mayo/2005 (Publicado previamente en la sección en español de thecarconnection.com)

Fotografías del autor y de Hyundai

 

Algo grande pasó el viernes de 20 de mayo del 2005 en Montgomery, Alabama, cuando abrió sus puertas la planta Hyundai Motor Manufacturing Alabama, o HMMA, considerada hasta el momento la tecnológicamente más avanzada de las ensambladoras de autos en el mundo. El evento, al que asistieron unos 4 mil invitados, revolucionó la apacible vida de Montgomery con la presencia física de los nombres más importantes de la firma automotriz sudcoreana, decenas de periodistas de automovilismo de EEUU y del planeta, así como grandes personalidades de la política norteamericana, local y nacional.

Una gran parte de los periodistas de automovilismo que cubrimos el evento volamos desde nuestras ciudades de residencia a Atlanta, Georgia, para conectar vuelo a Birmingham, Alabama, y de ahí por carretera, en un trayecto de alrededor de una hora, a Montgomery. En cuanto el auto comenzó a aproximarse a Montgomery, se hizo patente el entusiasmo local por la inauguración de HMMA. Vallas y rótulos que celebraban la inauguración, se veían por doquier. Es lógico: la planta de Hyundai no sólo le da un nuevo e importante protagonismo a la ciudad, sino que proveyó locamente miles de empleos.

Hyundai en América
La movida de Hyundai en EEUU es grande e inteligente. La firma ha desandado un duro camino, a tramos doloroso, pero eso hoy va siendo ya pura historia de la que estará orgullosa cuando se le mira retrospectivamente. En este momento y desde hace unos años, se puede decir con certeza que Hyundai se ha erigido en compañía de reputación en el exigente mercado automotriz norteamericano. Las perspectivas son luminosas.

En ese marco se inscribe la inauguración de HMMA, que completa una presencia aquí que comenzó en 1990 cuando la compañía estableció las oficinas centrales Hyundai Motor America en Fountain Valley, California, a lo que siguió el Hyundai-Kia Motors Design and Technical Center en Irvine, en el 2003, y en el 2005 la pista de pruebas, ambas facilidades en California. También del 2005, es el Hyundai-Kia Design and Technical Center en Superior Township, en Michigan. Todas estas inversiones promedian unos 200 millones de dólares, pero HMMA bate el récord con $1.1 billones.

La Hyundai Motor Manufacturing Alabama de Montgomery es una ensambladora independiente de Hyundai Motor Company, con base en Seúl, Corea del Sur. En este instante se produce allí el totalmente nuevo sedan Sonata del 2006, pero la planta también comenzará la producción de la próxima generación del SUV Santa Fe 2007, que arrancará en la primavera del 2006. Cuando esté a toda capacidad, HMMA producirá 300 mil unidades anualmente, que se drenarán en el mercado de Canadá y de EEUU, distribuidos específicamente en este último país a través de los más de 650 concesionarios de Hyundai Motor America.

HMMA en detalle
La sofisticada planta se asienta en un lote de 1,744 acres y 2 millones de pies cuadrados. La factoría empleará, cuando esté a tope, unas 2 mil almas. En este momento cuenta con empleomenía local, que fue capacitada en el Centro de Entrenamiento, y por ahora hay empleados sudcoreanos allí. La simbólica primera paletada de tierra que representó el inicio de las labores de construcción de la planta ocurrió en abril del 2002 y exactamente tres años después salió de sus líneas de montaje el primer modelo 2006.

La planta está integrada de cinco grandes bloques de operaciones: Troquelado; Soldadura; Pintura, Ensamblaje General, y Evaluación Final. El troquelado cuenta con dos prensas de estampado de 5,400 toneladas de láminas de metal, y de las 17 diferentes partes que allí se procesan pueden ser troqueladas dos a la vez. Esta es una sección totalmente automatizada, dotada de avanzados robots que lo hacen todo. En este departamento descansa la reputación de que HMMA es la planta automotriz más tecnológicamente avanzada del momento. Incluso los módulos que circulan dentro de la instalación para servir las plancha de metal a la prensas, son autónomos —no requieren de operarios—.

En el departamento de soldadura, 254 robots cumplen con sus responsabilidades de soldar y desplazar las partes. El propósito de esta automatización responde no sólo a la eficiencia, sino a prevenir daños al acero y así garantizar una calidad consistente del producto. Este departamento es además muy flexible operacionalmente, pues hasta cuatro estilo distintos de vehículos pueden ser soldados por un solo arreglo de robots. Las unidades cuentan con casi 2 mil puentos de soldadura.

Junto con un exclusivo grupo de periodistas de automovilismo, este cronista pudo constatar in situ la sofisticación de los diversos departamentos de la planta. Es de destacar que el centro es bastante silencioso atendiendo a su actividad industrial. Lo que más se escucha son los resoplidos de las válvulas de los robots neumáticos cuando dejan escapar el aire. Es una planta altamente humanizada y con agudos niveles de protección y seguridad laboral. Los periodistas hicimos toda la visita con lentes o espejuelos de protección, que son obligatorios allí.

El departamento de pintura también es totalmente automatizado, y los robots están protegidos por una vestidura a modo de mangas que evita que se impregnen de las divesas capas de pintura y otros géneros previos aplicados a cada módulo. Cuenta con 81 robots que pueden manejar en una misma línea 5 modelos diferentes y 16 colores.

Las unidades son sometidas a unas 5 capas de géneros, que van desde la protección anti-corrosion y los selladores, hasta la pintura y el esmalte final.
Tan sólo la sección de pintura abarca unos 750 mil pies cuadrados. Y unas 4 millas de esteras internas mueven las unidades a través de los diversos pasos. Esta sección además es ambientalmente amistosa, pues dos capas primarias son de base de agua y, en adición, la planta de desechos de agua procesa unos 300 mil galones diarios

En la sección de Ensamblaje General —de unos 7 mil pies cuadrados y que cuenta con esteras de las reciente generación—, los anclajes que trasladan las puertas y otras partes se ajustan a la estatura del operador, lo que no sólo hace la labor más fácil, sino que evita fatiga. El sistema de entrega de partes a los operarios trabaja con la exactitud de un reloj, así que la línea nunca se detiene por falta de componentes.

Por último, en la sección de Evaluación Final, al auto terminado se le hace un test de rodaje en una pista de 2.3 millas de extensión con una variedad de superficies con tal de llenar los estándares de calidad de Hyundai. Este segmento incluye naturalmente una rigurosa prueba de agua a presión para detectar filtraciones y el ajuste de dirección y frenos. Entre este punto y el precedente, el de Ensamblaje General, observé que el lapso de entrega entre unidad y unidad promedió unos 5 minutos, pero esta es una medición extraoficial.

El evento
A pesar de los retos que entraña un evento de apertura de la magnitud del que nos ocupa, todo marchó sobre ruedas. Por lo menos en lo que a los periodistas de automovilismo respecta, fuimos atendidos esmeradamente en la recepción en un hotel de Montgomery, y en la noche invitados a una cena socializadora en un exclusivo restaurante del área.

En la mañana tras un desayuno en el hotel, abordamos los autobuses camino a la planta, donde hicimos el recorrido que me permitió detallar arriba la fábrica. A continuación se efectuó una conferencia de prensa para los medios de automovilismo y que condujeron Bob Cosmai, presidente de HMMA; James Choi, Presidente de Hyundai Motor Company, y John Kalson, Director de Producción de HMMA. Luego tuvo lugar la ceremonia de apertura precedida de discursos en una gran carpa aledaña al salón de la conferencia de prensa, todo esto en los predios de la fábrica.

Los discursos corrieron por parte de M. K. Chung, Presidente de Hyundai-Kia Automotive Group, que voló directamente desde Corea del Sur para asistir al magno evento; Moon Hee Lee, Presidente de HMMA; Hee Beom Lee, Ministro coreano de Comercio, Industria y Energía, y Seok Hyun Hong, embajador de Corea en los EEUU, por la parte coreana. Por la parte norteamericana hablaron Bobby Right, Alcalde de Montgomery; Bob Riley, Gobernador de Alabama, y el ex-presidente George Bush. Antes de los discursos y después de éstos se presentó un espectáculo de música y danza cuyo plato fuerte la participación de The Electric Cookies, tres chicas coreanas que con versiones electrónicas de instrumentos acústicos interpretaron bajo nueva sonoridad temas tradicionales y folclóricos de Corea y de EEUU. El final de la ceremonia consistió en un original corte de cinta que consistió en que toda la plana mayor del evento subió al escenario y cortó cada uno con una tijera su propia sección de banda roja, lo que arrancó aplausos de júbilo. Tras un almuerzo gigante en la propia fábrica tuvo lugar una sesión de entrevistas personales con las personalidades del evento.

Significación del evento para Hyundai
La inauguración de esta enorme planta de Hyundai en territorio norteamericano representa el martillazo final de establecimiento de una compañía automotriz asiática que se ha labrado el éxito aquí a fuerza de persistencia y de mejorarse a sí misma. Esta apertura, sin duda, fija a Hyundai al difícil mercado del automóvil de Estados Unidos. El nuevo Sonata 2006 es un sedan que competirá bis-a-bis con los grandes rivales nipones. Y ahí está el punto. Hyundai se enfoca en luchar en buena lid en EEUU no contra Detroit —aunque también claro que sí—, sino más contra Japón y, particularmente, diría que contra Honda.

Es probable que ahora le toque a Japón su turno de temblar, el mismo que hizo sudar en su momento a la invicta industria automotriz norteamericana. Y hay política envuelta en estas movidas, más allá del hecho de si los costos de producción de un Hyundai en Corea del Sur son más bajos que los un Honda en Japón, y que ambos son más bajos que los de tales marcas ensambladas en plantas de los EEUU. Es muy probable que en breve la industria automotriz norteamericana sea la... japonesa, y que lo que ha sido la japonesa aquí sea reemplazada por la del Sudeste asiático, y ahí ya tiene un gran trecho adelantado Hyundai. Y vamos a ver qué pasa con China. El ex-presidente George Bush estuvo en el acto de apertura y no olvidemos que en política no hay casualidades. Fue el "41" el arquitecto fundamental de la política económicamente favorecedora a China en su tiempo de presidente, aún a pesar de los tristes sucesos de la Plaza de Tianamén.

Y desde este mismo ángulo político, HMMA además encierra una gran lección: la de que los regímes totalitarios no garantizan otra cosa que empobrecimiento y que no son viables a las normas de la competencia capitalista y que se han quedado fuera de la globalización. Porque hay dos Coreas: la del bien y la del mal; la del progreso y la del atraso. Qué triste para los cuidadanos de la Corea del Norte ver cuán lejos han llegado sus compatriotas del Sur, convertidos en envidiables vecinos. Esto es como si la criticada guerra de Corea en los años 50 rindiera los frutos de tanto esfuerzo de un lado y de otro, medio siglo después. Justamente por ello en la ceremonia de apertura participaron veteranos de la guerra de Corea, venerables ancianos hoy, que pueden estar satisfechos de ver que sus sacrificios valieron de algo. ¿Cifras para celebrarlo?: El pasado 3 de mayo Hyundai Motor America anunció que su ventas de abril del corriente llegaron al récord de 40,958 unidades para el tercer mejor mes en la historia de la firma. Los resultados representan un 16.9% de incremento sobre abril del 2004. Los protagonistas principales de tan alentadoras estadísticas fueron el Elantra y el Sonata, e incluso el debutante SUV Tucson reportó un récord de 5,195 ventas.

Para EEUU.
Para Estados Unidos es incuestionable el empujón revitalizador que representa para su economía, aún en el nivel más primario —el local—, una planta de esta envergadura: Montgomery era una ciudad antes de HMMA, y otra después de HMMA. Más globalmente, se integra al gran tren de la economía americana, mientras ofrece otra alternativa al prospecto de EEUU, garantizándole mejor sintonía con sus gustos y estándares pues el auto se arma en el patio.
El establecimiento de HMMA en Alabama es un hecho para la ovación. Viéndolo desde una óptica humanística, esta inauguración alimenta el asombro por los vuelcos que da el mundo y su gente: un estado sureño del mapa americano, conocido más por el banjo, por sus afortunadamente desaparecidos hoy episodios de racismo —con la gloriosa Rosa Parks incluida— y por ser la cuna de Martin Luther King Jr., ahora tiene protagonismo económico mundial por su papel de incubadora para un auto asiático. ¿Quién iba a decir que la canción Sweet Home Alabama de Lynard Skynard sería el canto de cuna perfecto para un vehículo nacido en el Medio-Oriente?

   
   
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