Enrique Chía y su público en vivo: un disco antológico en su carrera. El registro sonoro inigualable del diálogo vivo entre un artista y su público.

por PEPE FORTE.

Pepe Forte fue director de la hoy extinguida publicación mensual de distribución nacional sobre la industria y el mercado discográficos MERCADO DEL DISCO. Esta entrevista fue publicada en el No. 142 de MERCADO DEL DISCO, de junio del 2002. Pepe Forte es el editor de ésta, su propia página web iFriedEgg.com, y es el conductor del show radial EL ATICO DE PEPE, de lunes a viernes a las 6:00pm ET por WQBA 1140 AM, una emisora de Univisión Radio.


En los años 50 se hizo famoso el tecladista mexicano Ernesto Hill Olvera con “el órgano que habla”. Ahora, se suma al inventario de las curiosidades de que sólo la música es capaz, un piano que no sólo suena como el mejor cuando lo toca un gran pianista, sino que hace cantar a quienes le escuchan. Así, llegó el disco de Enrique Chía que faltaba y que como veremos ya, honra lo que acabamos de decir.

Nominado al Grammy, Chía, después de dotar de una extensa discografía en estudio al público amante de un estilo particular de piano —de buen piano, habría que decir—, necesitaba atrapar la magia que sólo puede ofrecer una grabación live! Eso es “Enrique Chía y su Público En Vivo”. Revisemos pues con detenimiento el título, y en particular la frase ‘y su público’, partiendo precisamente de lo que expresa el propio artista:

—Este es mi primer disco en vivo —explica el pianista—, se titula “Enrique Chía y su Público En Vivo”, y hay dos cosas importantes en él: una, que por primera vez el público canta las canciones como parte del piano, como parte de la interpretación...

—¿Las tararea? —interrupimos inoportunos.no,

—¡No!, no las tararea, ¡las canta! Ese “Quiéreme Mucho” lo cantan de maravilla, completo. Y también el público canta “Donde Estás Corazón”, canta “Un Viejo Amor”, canciones bien clásicas. Y las cantan conmigo a todo pecho, y lo hacen bien afinados... quedó una cosa tremenda, preciosa, por eso se llama “Enrique Chía y su público”, porque ellos están actuando junto conmigo.

Es cierto. La interacción del pianista con el público es espontánea, genuina. Se nota al escucharlo el disco.

—Cantan tan afinados como nunca han cantado en su vida —asegura Chía de su auditorio, al pie de “Quiéreme mucho”.

“Enrique Chía y su Público En Vivo” fue grabado en varios escenarios.

—No, no es la grabación de un concierto íntegro —continúa el concertista—, sino una grabación de los mejores momentos de varias presentaciones que hice en teatros de Miami, Puerto Rico y México.

De esta manera, Chía se pone muy a tono con la modalidad más contemporánea de grabaciones en vivo. Y como se trata de una selección de selecciones, permite ofrecer lo más exquisito del performance ‘caliente’. Pero, por otro lado, captura el encanto ‘humano’ de la interpretación: lo espontáneo, el accidente... en fin, el verdadero palpitar de un piano vivo, lejos de la interpretación seca y almidonada que tan frecuentemente se escucha en estudio en algunos artistas. Y, a diferencia de los discos en vivo tradicionales, que sólo incluyen los grandes éxitos del artista de marras, éste no:

—Este disco —continúa Chía desmenuzando su más reciente producción—, contiene dos particularides. Una: que por primera vez trae cortes que no he incluido en ningún disco anterior. Como se sabe, en los conciertos se toca lo ya tocado. Aquí no. Aquí tengo “Alfonsina y el Mar”, y “Por Amor”, del maestro Solano, de la República Dominicana, que es un canción clásica. También estreno “Hasta que te Conocí”, de Juan Gabriel, que nunca la había grabado. Eso aparece en la cubierta del CD, para que el que vaya a buscar el disco sepa que no es un refrito. Dos: otro detallito importante es que muchas de las otras canciones están arregladas, en vivo, de manera distinta a las versiones originales de estudio. Incluso, algunas son cha-cha-chá. Está “Piel Canela”; “Los Marcianos”; “Me lo Dijo Adela” que, vamos a decirle así, hace varios ‘duelos’ entre flauta y piano, una especie de mano a mano... hay muchos sones... está la famosa polka “Barrilito Cervecero”. De Agustín Lara hago una cosa especial con “Arráncame la Vida”; “Qué Rico Mambo”; “Veracruz”; “Palmera”, “Rival”, y “Oye la Marimba”, que son canciones de él, increíbles. Las hice a bolero, porque Lara originalmente las tenía un poquito a lo vals mexicano. También están los sones “Pica mi Caballo”; “Yényere Gumá”; “A la Loma de Belén”, en un medley... también está el bolero mexicano antiguo “Hojas Secas”, y tocada en Puerto Rico “La Bella Cubana”, de José White, muy a propósito del centenario de la República Cubana, y el “Verde Luz”, de Puerto Rico, que esa es la canción himno de Puerto Rico, con un solo de violín, porque White, que era violinista, escribió esa canción para violín y entonces decidí hacerle un arreglo para piano y violín. Canciones todas muy energéticas.

Grabar en vivo un piano —lo saben bien los sonidistas— es toda una odisea si se persigue un registro fiel. Y cada intérprete, con toda justicia, desea una grabación nítida de su interpretación. Transparente como el cristal es pues “Enrique Chía y su Público En Vivo”. El pianista explica:

—Tiene un sonido cristalino. La energía que emana de una grabación con el público o delante de miles de persones es incomparable. Ahí es donde se nota el sentimiento. Yo quería una excelente grabación en vivo, con los aplausos, los coros y, gracias a Dios, este disco es así. El piano estuvo excelente.

—¿Qué piano usas... Steinway & Sons, o te has dejado conquistar como todo el mundo ahora por Yamaha?

—Para los amantes del piano, que quieren saberlo todo, yo siempre he tocado Steinway, pero este concierto lo grabé en Yamaha de 9 pies, el especial, la serie superior de concierto de la compañía, y sonó admirablemente. Se usaron cuatro micrófonos para atrapar bien fielmente el sonido, con un equipo de grabación de primera, de modo que se escucha perfectamente no sólo el sonido sino perfectamente el feeling en vivo.

Navidad 2002 con Chía Podría parecer prematuro anunciarlo, pero Chía, que no para de trabajar, ya prepara su próximo trabajo pianístico. Se trata de un disco de Navidad.

—En esta carrera no hay vida si no se trabaja —nos dice—. En pascuas de este año 2002 estoy sacando mi segundo Disco de Navidad. El primero fue en el 93. Ahora este segundo disco mío de Navidad viene con un arreglo que se llama “Nuestra Navidad”, pues se trata de villancicos americanos, pero al estilo nuestro, latino. Más adelante en el año daré los detalles.

Definitivamente, “Enrique Chía y su Público En Vivo”, era una placa obligada en la discografía del pianista. Una sola cosa puede criticársele, y ésta es que... debimos haber disfrutado de ella antes... del mismo modo que más adelante debería grabar un segundo live! Lo más reciente del maestro Chía es un disco antológico, de colección, con todo el calor y el color que sólo puede ofrecer un disco en vivo. Pero no un disco en vivo ordinario, sino uno muy especial, aquél que se grabó con la mejor y más sincera compañía con que puede contar un artista: su propio público.

 
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