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Hyundai ACCENT GT 2004:
Un auto de gran valía

por PEPE FORTE/editor del Canal de Autos de iFriedEgg.com, y conductor de AUTOMANIA, programa radial sobre automovilismo por WQBA 1140 AM, en Miami, Florida, una emisora de Univisión Radio, domingos desde las 12:00pm ET.

Publicado en el verano del 2004 en letstalkcars.com

No todos los consumidores cuentan con ingresos anuales suficientes para adquirir un auto ni siquiera en el rango de los medios veinte mil. Otros, aún pudiendo, no están interesados en rebasar la línea de los autos que cumplen con su propósito primordial, el de servir como transporte con un mínimo de confiabilidad y ofrecimientos. Y es aquí donde entran a jugar un papel importante en el mercado automotriz los coches del llamado segmento económico. Hoy es difícil hallar un automóvil nuevo por debajo de los 15 mil dólares. Por otro lado, los precios bajos han sido durante años sinónimo de autos desprovistos de ofrecimientos o, lo peor, carentes de calidad. Entre los pocos modelos de ciertas compañías que en este momento ofrecen un precio bajo sin comprometer la calidad ni amenidades está Hyundai con su Accent GT.

Una historia aleccionadora
La verdadera batalla campal en el segmento la protagonizan las compañías del Oriente Medio. Fabricantes de Corea del Sur como Kia y Hyundai comandan la categoría con autos todavía hoy en el siglo XXI por debajo de los $10,000, aunque no precisamente en la escena norteamericana.

Hyundai comenzó a fabricar automóviles en 1967 cuando el consumidor promedio de Estados Unidos colmaba sus ojos en la escena norteamericana con coches fabulosos como los Cadillacs y Lincolns de la época, enormes barcazas terrestres, al tiempo que los oídos del país se aprestaban a escuchar palabras exóticas como pachulí… y Honda, y Toyota, y Subaru. Son los instantes en que la producción automovilística de Japón comienza a manifestarse tímidamente en tierras del Tío Sam.
  
Pero no era tiempo aún para Hyundai. Con paréntesis anteriores, a considerar como hechos aislados, en realidad no es hasta los 80 que el público norteamericano comienza a tener un conocimiento más masivo de la firma; exactamente en 1985 con el Excel, que costaba $4995.
   
Poco a poco Hyundai va instalando en varias agencias modelos como el Sonata y el Elantra, hasta que en 1994 el Accent debuta en Norteamérica. Pero problemas de factura y confiabilidad afectaron en años previos a ese momento la reputación del line-up de la compañía entre los prospectos de Norteamérica, aunque en realidad esto es más tergiversación que otra cosa. El principal problema de Hyundai no era tanto ni siquiera el que fuese un vehículo magro en amenidades, sino su origen: Corea del Sur. Es la percepción, stupid, es la percepción...
  
Los Estados Unidos ya digería sin eructar las cucharadas amargas de autos japoneses, tras acostumbrarse a duras penas (y luego valorar el hecho), de que un país cuyas casas tienen paredes de papel, que come pescado crudo y que supervivió a dos bombas atómicas le viniese a dar lecciones en ingeniería automotriz. Y entonces resulta que llega otro producto de allá, de por donde primero sale el Sol, pero esta vez ni siquiera es japonés.
  
Por otro lado, el comprador norteamericano, acostumbrado a compensar emocionalmente el gasto hecho en el carro de estreno con el valor de trade-in al término de tres o cuatro años, se encontraba con que no podía acceder a esta fórmula aliviadora, sino que casi había que pagar para deshacerse de un Hyundai. ¿Quién querría comprar un auto de segunda mano que incluso nuevo costaba trabajo venderlo?
  
Esa historia cambió y ahora, el más simple de los coches de la compañía y protagonista de este artículo, el Accent, pone un acento distinto en la lectura, y arranca exclamaciones de admiración en sus antiguos detractores y es hoy por hoy un coche de valía.

Una garantía insuperable
Hyundai ofrece la garantía mas extendida de la industria hoy: 10 años/100 mil millas, lo que no representa una simple carnada para enganchar al consumidor. Detrás de esta proposición hay una realidad… y mucha lógica: ¿Qué compañía se arriesgaría a ofrecer una garantía semejante si sus autos se rompen frecuentemente? Elemental, Watson: Esto quiere decir que los productos Hyunday son confiables.
  
El GT; nuestra unidad de pruebas
Después, la empresa coreana estrena el Accent GT, un cupé con culata, basado en el sedan original.

El GT comienza con un precio tan bajo como un poco más de $11 mil (mi unidad de prueba tenía precio de ventanilla de $12,104).

La transmisión manual de 5 velocidades es estándar, lo cual no es malo, sino todo lo contrario, pues es la manera más eficaz de maximizar la potencia de su motor de 4 cilindros con 1.6 litros. Es una planta DOHC de 16 válvulas que produce 104 caballos de fuerza y 106 libras de torsión (sin embargo, se siente como más que eso). Su eficiencia, según la EPA, es de 29 millas por galón en la ciudad y 33 en la carretera. No son malos números, aunque una planta de 1.6 litros podría ser capaz de registrar mejor average.

La transmisión es bien dócil. Los cambios se hacen con fluidez a través de un pedal de clutch muy urbanizado y de paso largo. Pero no piense que porque es de cambios y posee un precio ridículo el auto ha sido pasado por agua en todo lo demás: cuenta con ventanillas, pestillos y retrovisores laterales eléctricos, y CD player con 6 speakers. Además trae bolsas de aire laterales como los autos de más valor.

Un auto seguro
E Accent GT es un coche seguro. En tests de colisión conducidos por la National Highway Transportation Safety Administration, el Accent recibió una certificación de 5 estrellas para el conductor y 4 para el pasajero delantero e ídem para los impactos laterales. Sin embargo los frenos ABS no integran el paquete de seguridad de esta bagatela sobre ruedas, aunque apostamos a que en un futuro inmediato sí.
  
Manejo... y conclusiones
El Accent GT se maneja fácilmente. Responde bien a las necesidades de dirección, frenado y aceleración y, en general, se siente dispuesto para correr. La posición de manejo es bastante cómoda y el ingreso al asiento trasero, gracias al gran tamaño de las puertas es de los más fáciles que he visto en cupés de su talla en los últimos tiempos. Los asientos traseros son cómodos, no bancas que se toleran por sólo 30 minutos.
  
Aunque al contemplarlo de cerca uno se da cuenta por detalles como la pintura, que el Accent es un entry level car, no hay por qué sentir vergüenza al volante de un Accent GT: ofrece características de coches de más categoría, como escobilla en la ventana trasera, llantas de aleación y retrovisores del mismo color del auto. Además, tan sólo la generación anterior era francamente fea, y ésta no lo es. En este Accent ya se ve que Hyundai está muy atenta al styling.
  
Creo que el Hyundai Accent es tan agradable para sus funciones de commuter como para irse de vacaciones en viajes de más de 8 horas al volante. De modo que, sin pretender que se trate de una joya exótica sobre ruedas, el Hyundai Accent GT ofrece muchas satisfacciones. Y no olvidemos el precio. Estos son los ingredientes de un cóctel que en el universo del mercado automotriz se llama valía.